En esta ocasión se trataba de capacitar al alumno en otra de las funciones que más se utilizan hoy día:
EL CORREO ELECTRÓNICO o EL EMAIL.
A nivel personal, ha sido muy gratificante poder observar la funcionalidad de lo aprendido, la COMPETENCIA de los aprendizajes. El poner al servicio diario una TAREA COMPETENCIAL que a buen seguro van a utilizar en sus vidas. Estoy seguro que estas cosas no se olvidan y es la funcionalidad básica de lo que debe ser el proceso de enseñanza y sobretodo el de aprendizaje.
Observar cómo han mejorado en la estructuración de sus correos o mensajes electrónicos durante esta última fase de la evaluación, analizando sus correos de antes y los de ahora, repito que ha sido muy gratificante.
CÓMO ESCRIBIR UN CORREO
ELECTRÓNICO CORRECTAMENTE
El correo electrónico
o e-mail se ha convertido en una de las grandes revoluciones
de las últimas décadas. Como una herramienta de comunicación diaria, simboliza
la inmediatez propia de nuestra era digital. Sin embargo, siendo
diariamente uno de los canales de comunicación más utilizados en todo el mundo,
¿sabemos realmente cómo redactar un correo electrónico? ¿Sabemos hacerlo de
forma correcta? Y en caso afirmativo, ¿pregonamos con el ejemplo?
Examina cada una de
las partes de las que se compone un e-mail para conocer cómo
abordarlas de la mejor forma posible.
La dirección. En
ella encontraremos distintas “cajas” en las que podremos introducir las
direcciones de las personas a las que enviamos el mensaje. Deberemos
escribirlas siempre en minúsculas y sin tildes. Y separarlas entre ellas por
comas (con su consiguiente espacio). Independientemente de si les queremos
hacer llegar la información de forma directa, si simplemente queremos
enviársela de forma indirecta (que introduciremos la dirección en la caja CC),
o si queremos enviársela a otra persona que preferimos que el remitente no se
entere (en la caja CCO).
El
asunto. Debe de ser corto y preciso. Un resumen
exacto o el tema principal de nuestro correo.
El
saludo. Si trabajamos un registro formal,
deberemos comenzar por escribir el título de la persona, seguido de su nombre o
apellido (si lo conocemos, y según el grado de cercanía que mantenemos con el
receptor). No será lo mismo dirigirnos al receptor con “Querido Juan”, que con
“Apreciado Señor García”. Si el grado de formalidad es bajo, también podemos
utilizar saludos más habituales como “hola” o “buenos días”. Es importante
resaltar que siempre irá seguido de dos puntos o una coma.
Cuerpo
del texto. En caso de no conocer personalmente al
destinatario del correo electrónico, en primer lugar nos presentaremos y
seguidamente explicaremos el motivo del mismo.
Una vez
contextualizado, expondremos en un segundo párrafo el asunto real del mensaje.
Siendo breves, claros y directos. Ampliaremos información en párrafos
sucesivos, haciéndolos coincidir cada uno de ellos con una idea: ordenando la
información y aligerándola.
Es importante conocer
que cada párrafo no debería tener más de 3 o 4 líneas. Y además dejaremos entre
ellos una línea en blanco, sin que sea necesario comenzar con sangría la
primera frase del siguiente. De esta forma haremos los correos electrónicos más
legibles.
Despedida. Aunque parezca un asunto baladí, es importante despedirse de forma
tan correcta como nos hemos dirigido en el comienzo a nuestro destinatario.
Haremos coincidir el grado de formalidad de esta última parte con el saludo.
Teniendo presentes expresiones formales como:
Atentamente, Le saluda cordialmente, Respetuosamente, Saludos cordiales, Un saludo.
Firma. Seguiremos las expresiones de despedida con el nombre completo de la
persona que escribe el correo electrónico.
Una vez las distintas
partes del mensaje están claras, cabe destacar que es importante cuidar la ortografía y la
EXPRESIÓN tanto como si de un mensaje en papel se tratara. La
inmediatez que nos permiten las nuevas tecnologías, ha provocado en muchos
casos que olvidemos la corrección y mostremos nuestras peores habilidades en la
escritura. Es importante revisar el correo de forma previa a su envío, y hacer
uso del corrector ortográfico (que en muchos casos evitará errores que hayamos
podido cometer sobre el teclado).
Otro apunte a tener en
cuenta en el entorno digital: utilizar las
mayúsculas para un cuerpo de texto se interpreta como si estuviéramos gritando.
Y hacer un uso
excesivo de los conocidos emoticonos puede restar importancia y seriedad a
nuestro mensaje.
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